viernes, 10 de febrero de 2012

Sobre nuestra supuesta democracia.

Ahora que el frio de la noche ha calmado un poco todo, pero aun tengo muy viva la llama dentro de lo que he vivido creo que es buen momento para relatarlo con la suficiente claridad pero sin perder la indignación del momento.
Hoy he vivido como nos hemos reunido de manera pacífica a protestar por una reforma laboral injusta, que oprime aun más al trabajador. Después de concentrarnos en Sol nos acercamos hasta el Congreso para seguir con nuestra protesta, allí como era de esperar había un gran cordón policial que nos cortaba el paso, por lo que nos paramos ante el y seguimos con nuestras consignas siempre desde el respeto y sin provocar a los policías. Sin embargo tras los primeros momentos un grupo de antidisturbios abandonó el cordón, se acerco a nosotros y comenzó a disolvernos, literalmente a porrazos, cogiendo gente aleatoriamente y dedicándose a someterla ante la impotente mirada del resto, que solo podíamos gritar y rodearles. A partir de ese momento todo fue caos, te alejabas y volvian las cargas, no ponian reparo en cual fuese tu actitud, solo por encontrarte allí eras culpable y razón suficiente para ser tratado con toda la violencia que consideraran oportuno
Y mientras yo solo podía vivir estupefacto lo que ocurría, viendo como a compañeros que solo habían salido a clamar por una situación mas justa se les reprimía sin compasión y viví de cerca la triste situación en la que nos encontramos, donde nos venden una democracia donde si te sales de su guión establecido eres peligroso y pueden aplicar contra ti la violencia y además contando con el poder de que mañana en sus medios te retrataran como un radical peligroso antes las miradas de los telespectadores complacidos de que existan fuerzas del orden que les protejan.
Hoy, por encima del miedo, que no puedo negar que lo ha pasado, ya no solo por mi, sino por todos los compañeros que iban a mi lado, me queda la sensación de rabia y pena por esta realidad velada que es nuestro día a día, pero también orgullo por todos los que hemos estado ahí y todos los que nos apoyan porque nuestro poder es mayor que el de toda su policia y todas sus fuerzas del orden.
Ojala algún día las cosas cambien y no sea ilegal luchar por un mundo mejor y en verdad seamos libres.

2 comentarios:

  1. Cuando quienes llevaban los palos eran gentes del País Vasco se animaba a la policía a seguir aporreándolos. Cuando yo de mozo me llevé los míos por insumiso se animaba a la policía para que siguiera dándonos...
    Es ahora cuando os dan a vosotros cuando os dais cuenta de muchas cosas. Bienvenidos al club, hay sitio para todos...

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    1. Y sigue habiendo mucha gente que anima a que nos den, pero igual que entonces nos toca salir a luchar y aguantar palos y lo que sea.
      Es una pena ver como después de cuanto luchasteis vosotros para que nosotros vivieramos en un país libre se pierde tan rápido por culpa de los de siempre.

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